En este número de bitácora, con el tema “arquitectura, ciudad y medios”, se explora el importante papel que llevan a cabo en nuestras disciplinas los medios de comunicación masivos. La reflexión sobre estos temas nos obliga a replantearnos muchas cosas que normalmente consideramos cotidianas. Cambios profundos se originaron con la invención de la primera imprenta; este fue el momento en el que por primera vez la información y el conocimiento, que hasta entonces había estado limitado a unos cuantos, fueron accesibles a un mayor número de personas. Más tarde, con la modernidad, la incorporación definitiva de los medios y su influencia en la experiencia cotidiana provocó un cambio más radical: no sólo tuvimos a nuestra disposición unas novedosas herramientas de representación, sino que nuestra forma de mirar el mundo cambió y el mundo fue cambiado por los medios. 

Desde el Movimiento moderno hasta la arquitectura internacional, la arquitectura es conceptualizada con los mismos mecanismos de los medios, para ser representada y difundida por éstos. Las imágenes icónicas y las construcciones históricas producidas en este periodo serían impensables sin esta relación estrecha. La fotografía, el cine y actualmente el internet, han dotado a la sociedad de mundos paralelos en los que se recrean y reflejan sus aspiraciones, contradicciones y miedos. Incluso éstos pueden llegar a constituirse como nuevas realidades. 

Si los medios han cambiado la forma en la que se construye la historia podemos pensar que esta es la cara del fenómeno de mayor alcance o más general, pero éstos han logrado inmiscuirse en los procesos más íntimos como la concepción arquitectónica. Sin duda, los medios de representación de la arquitectura y el diseño de cada periodo histórico afectan al producto de la creación. Los artículos presentados nos hablan de las consecuencias y posibilidades de la incorporación de los nuevos medios en el proceso creativo, algunos en un tono de llamada de atención en cuanto a la pérdida de la experiencia real, producto de un exceso en el uso de los nuevos medios, y en la pérdida del aura –usando el término de Walter Benjamin– ocasionado por el conocimiento a través de las reproducciones. Queda por verse si el creciente uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación cambiarán profundamente las formas de experimentar e interpretar la ciudad, la arquitectura, el paisaje y el diseño. Seguramente lo harán.

DOI: https://doi.org/10.22201/fa.14058901p.2014.27

Publicado: 2016-06-09