El presente número reúne artículos que abordan el campo de la política desde la mirada psicológica. En general se resisten a nombrar como psicología política la relación entre estos campos, más bien piensan el campo de la política desde un ángulo de mirada derivada de los estudios sobre la subjetividad, se parte de la idea que la subjetividad es elemento inherente a la praxis política, de ahí que se constituya en el eje que los articula. Las aproximaciones son tanto de índole teórico como de investigaciones de campo. El rubro teórico despliega un conjunto de interrogantes que buscan problematizar el campo de la política, no se conforman con repetir las ideas fosilizadas entorno a supuestos modos naturales de entender una “psicología de la política”, antes al contrario desnaturalizan los conceptos para imprimirles movilidad en el contexto de procesos que se asume son complejos.

En el contexto de esta complejidad, se opta por tomar la ruta de ejercicios reflexivos que recuperen diversas aristas conceptuales de los elementos subjetivos que se articulan, tanto en torno a los procesos identificatorios y la conformación de la identidad como vínculo necesario con la rex pública. El campo de la cosa pública diversifica las comprensiones en la medida que se configuran nuevos modos que se oponen a los “modos” aceptados de vivirse en ellos, la irrupción de las narrativas biográficas, personales e intimas representa un reto para la elaboración de nuevas comprensiones en la medida que la realidad impone rupturas a las existencias colectivas e individuales. En este escenario, deberán se inscriben las reflexiones en torno a las trazas que en el campo de la memoria dejan los procesos políticos en los sujetos actores que de ellos participan.

En la otra vertiente, encontramos resultados obtenidos de procesos de investigación, los cuales interrogan aspectos relacionados tanto con los sentidos como con las representaciones sociales articuladas en torno a la participación política. Activistas, comerciantes, estudiantes son botones que muestran lo complejo de la acción política, entendida no en el escenario de los políticos y lo que suelen practicar, sino en el escenario que los mismos actores edifican en su esfuerzo por resistir una política que no se interesa en sus preocupaciones.

Los actores con sus preocupaciones, sus afanes sus esperanzas y sus expectativas de vida, son recuperados para comprender e identificar formas de apropiación de la realidad inmediata, así mismo ilustran los modos en los que la subjetividad irrumpe para dar contenido y continente a modos de construir la vida que permanentemente interpelan no solo a los saberes, también a los modos fosilizados de entender la política como escenario en donde se resuelve la existencia personal y colectiva.

Valga en consecuencia el deseo de que estos materiales abonen a la discusión y reflexión sobre la relación ente psicología y política.

Dra. Irene Aguado Herrera y Dra. Laura Palomino Herrera